Una de las mejores cosas que tiene irte a vivir fuera es la cantidad de gente que conoces. Para mí, personalmente, es súper importante sentirme acompañada. Creo que Chicago no me parecería tan bonita, ni la experiencia tan increíble, ni la vida americana tan fantástica si no fuera por mis nuev@s amig@s. Se han convertido en mi familia aquí, especialmente las "partners" de los compañeros de máster de mi marido; he tenido muchísima suerte porque son todas GENIALES! No nos podemos quejar de planes porque siempre hay un montón y cuando no ya nos encargamos nosotras de que los haya!
Quedadas, merendolas, cafés, "mojitadas", farras, compras, cursos de cocina, sushi... Creo que le dedicaré un post a un restaurante japonés que hemos encontrado, un hallazgo! Vamos todas las semanas y está espectacular! Lo mejor es que vamos a comer sobre la 1 y salimos de ahí a las 7 de la tarde, nos lo pasamos bomba y los camareros deben odiarnos porque a veces somos un poco escandalosas...
¿Con las que más? Argentinas, mexicanas, españolas, chilenas,.... la verdad que la raza hispana tira mucho!!!! ¿Lo mejor? Nuestras confusiones lingüísticas a la hora de hablar!! resulta que en España lo cogemos todo... ¡tenemos que hacer un diccionario!
¡Gracias a ellas siento que Chicago se va convirtiendo en mi casa!
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