Como todo lugar nombrado as a to go spot en muchas guías y blogs, puede tener su punto guiri, pero también está repleto de auténticos neoyorquinos, así que apuntadlo en vuestra lista de musts.
Podéis ir a comer, a tomar una cervecita por la tarde, a cenar o incluso de copas y fiesta. No importa la hora, en cuanto empieza el buen tiempo este bar atrae a turistas y ciudadanos porque, sin duda, tiene una ubicación ¡única!
Nosotros fuimos el domingo por la tarde a ver la puesta del sol y nos encantó. Sangría (¡bastante conseguida por cierto!), cerveza y patatas fritas para poner fin a otro finde genial en la gran manzana.
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