martes, 11 de diciembre de 2012

Partners activities: Russian cooking class

La promoción del máster de mi marido es de 570 estudiantes. A lo españoles nos parece muchísimo, pero en realidad es un tamaño de clase relativamente normal aquí en EEUU. Para que os hagáis una idea, en Harvard son 900 estudiantes, en Columbia 715, en Wharton 845,  y en Standford prácticamente 400.

De todos los estudiantes de Booth, por lo menos un tercio de ellos tienen pareja; así que hay unas 200 partners en una situación parecida a la mía! En realidad no igual,  porque la gran mayoría de americanas trabajan, algo que para las internacionales es algo prácticamente imposible (el visado que nos proporcionan como partners no permite trabajar); pero vamos que si quieres planes los hay a todas horas!

Dentro de la universidad está el partners club, del que yo formo parte y la gran mayoría de parejas también. La gracia es que cada una se implica en la medida que puede o que le apetece. Una de las actividades que se han organizado estas semanas son clases de cocina de las diferentes nacionalidades en grupos de 5 o 6. 

Hoy he tenido la clase de cocina rusa y ha sido divertidísima. Además de comer y beber, estas actividades te dan la oportunidad de conocer a gente más a fondo. Al final no es tan fácil intimar con 200 personas, y menos una vez conoces a todas las que hablan tu idioma. La raza latina tira mucho y nos llevamos todas tan bien (¡en 3 meses aquí ellas son ya como mis hermanas!) que es muy tentador quedarte sólo en ese grupo....



Éramos todas de distintas nacionalidades: Rusa (obviamente era la que daba la clase), India, Mexicana, Coreana, Estadounidense  y Española.

Para calentar motores Nadya nos ha dicho que teníamos que empezar por la tradición rusa más conocida, ¿cuál es? un SHOT DE VODKA! Y eran las 11 de la mañana, yo pensaba que si ese era el ritmo saldría rodando! Pero la verdad que sólo hemos tomado ése al Russian style: chupito de vokda y luego 1 pepinillo en vinagre; ¿rarísimo verdad? Tengo que decir que el pepinillo mata totalmente el ardor en la boca, te quedas como si no te hubieras tomado nada!

 



Después ya hemos seguido por cosas más normales. Hemos cocinado una ensaladilla rusa (curiosamente ellos la llaman olivier salad), una sopa con carne y verduras (red borscht soup) y blinis.



La ensaladilla rusa no era exactamente igual que la española pero me ha encantado, además ponen eneldo fresco picado en la mayonesa y queda riquísimo (¡os lo recomiendo!). La sopa estaba muy buena y la verdad que con el frío de Chicago (hoy estábamos a -7ºC!) es una buena receta para tener en cuenta. ¡Y los blinis a mí me chiflan! En casa de mi suegra siempre toman, ella me enseñó a hacerlos y me encantan. En Rusia son muy típicos tanto con relleno dulce como con relleno salado. En muchos países son muy conocidos para tomar con caviar, pero está claro que es un lujo no apto para todos los bolsillos y ocasiones. Nosotras hemos tomado la versión dulce; con sour cream y azúcar (el más popular en Rusia), con nutella, con mermelada,...



 GREAT MEAL AND LOTS OF FUN!



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